...el fuego, la tierra y el amor...

 

...Entonces el fuego arrasó con lo que había en la tierra, animales, plantas, flores, árboles y todo lo que había.

¡¿ pero qué haces?! - dijo gritando la tierra - ¿por qué destruyes lo que me ha construido en todos estos milenios?, como es que entraste a mi lugar sagrado irrumpiendo con tu destrucción!, odio tu calor y lo que me has hecho!

¡tu no entiendes! - dijo el fuego - me bajaron desde el mismisimo cielo de los dioses para vivir contigo!

¡un momento! - habló la tierra - eso no fué culpa mía, yo no te llamé, ¡ni siquiera sabía que existías!. Al principio pensé que todo iría bien, y mirame ahora, estoy deshecho, lo que construí!, lo que había en mí ha desaparecido!, dime ahora, qué tengo si me dejaste vacío!

El fuego no contestó, se dió la media vuelta y partió. La tierra sin más remedio tuvo que empezar desde cero...pero algo había cambiado, ahora hacía todo con mucha más bondad. Los árboles, las plantas, el pasto crecía poco a poco y sus colores parecían irradiar el verde manto que corona los suelos y los animales poco a poco llegaban a poblar la tierra. Esta ultima, que se caracterizaba por su fría racionalidad y corazón, se dió cuenta de los milagros que producía, se fué haciendo cada vez más consciente de lo que lograba y la frialdad junto con su dureza fueron desapareciendo. Pero le faltaba algo.
El calor del sol le recordaba al espírito de fuego, al ímpetu, a la fuerza, a su protagonismo; los demás elementos convivían con tierra pero no de la manera como lo hacía fuego. Ahora distantes se miraban desde lejos, pero irónicamente no se dejaban de mirar por unos segundos y aunque, ambos intentaban rechazarse, sólo conseguían buscarse. El tiempo estaba pasando, el hombre había llegado a la tierra hacía años y, aunque sus mentes parecían bebés, avanzaban rápidamente. El fuego que había sido regalado a ellos prestaba de sus dotes al hombre para crear utensilios, para crear arte y las más sofisticadas herramientas, fuego estaba cómoda... su sutileza y energía servían a ellos como ningún otro elemento y eso le hacía ser cada vez un poco más orgullosa de sus milagros y aire, con sus habilidades potenciaba al fuego de manera armónica, casi perfecta.
Tierra por otra parte, le entregaba a los hombres un lugar en que vivir. Hacía junto con agua grandes árboles frutales, plantas de todo tipo, flores con belleza sin igual...grandes lagos paradisíacos y exhuberantes. 
Los dioses manifestaban preocupación: tierra y fuego no se tocaban, estaban tan separados que ya no se hablaban. La tierra había sufrido pero entendía la libertad del fuego, y el fuego había destruido a la tierra sin querer por culpa de haber intentado besarlo. Ambos sabían que eran de naturaleza polar, diferentes y distantes el uno del otro, tanto como positivo y negativo y, sin embargo, no podían ocultar su atracción. Sabían que si ambos se unían nuevamente terminarían por destruirse y aquella separación era mejor tanto para el hombre como también para los demás elementos. Los dioses llamaron a agua y aire para preguntar qué pasaba y explicaron lo que aconteció, agua defendía a tierra con su natural ternura, y aire con su personalidad segura e irónica defendía a fuego dejando entrever un interés que agua tampoco podía ocultar por tierra.

¡bien! - dijeron los dioses - a ambos se les mandará a trabajar juntos, pues si no existe armonía en este mundo entre todos los elementos, los hombres y mujeres no podrán vivir y por lo tanto el elemento más importante que es el amor no podrá manifestarse.

Ninguno de los elementos conocía el amor, pues jamás se habían dado cuenta de algo así... y qué misterioso elemento, pues nadie lo entendía. Era invisible como el aire pero no se sentía físicamente, tenía la fuerza del agua sin necesidad de mareas, quemaba como el fuego sin provocar quemaduras, era racional como la tierra pero se dejaba llevar por la locura sin límites.
Tierra y fuego fueron llamados. Ambos se habían encontrado después de tiempo, se miraron unos segundos tratando de decirse algo, pero lo único que nació fué un saludo temeroso.

¡ustedes dos! - gritaron los dioses - deberán crear algo que no exista en el mundo, pero deben hacerlo juntos, en caso contrario ambos desaparecerán del universo!, pues este mundo es uno de los pocos que puede albergar al amor y no será destruido por culpa de ustedes!.

Ambos no pronunciaron palabras y volvieron al mundo.

tierra: ¿y?...tienes pensado algo?

fuego: ja! ...increíble que alguien como tu diga algo así

tierra: creo que si vamos a trabajar juntos dejes un poco esa manía de explotar.

fuego: no me digas lo que tengo que hacer o no...tonto!

tierra: tonto yo? jeje...yo no actúo sin pensar

fuego: pero tu dureza y esa coraza no me gustan!...tu...no entiendes, tienes que ser más...libre.

tierra: oye..tú no eres libre, el hombre te trata como esclava.

fuego: pero me conocen, saben lo que puedo causar y no, pero a tí...
Ambos partieron por su camino aquella noche, sin llegar a un acuerdo. Eran totalmente distintos, opuestos y separados. 
Ninguno de los dos podía dormir, tierra no paraba de pensar en fuego y viceversa, parecía que cada vez que se juntaban se hacían daño, pero ambos sabían de alguna manera lo importante que eran el uno para el otro, aunque, no de manera consciente. 
Había llegado el amanecer y junto con ello, el último día de plazo. Ambos estaban desesperados, ninguno quería desaparecer ni tampoco ser separados en otros mundos; tal vez ninguno de los dos quería separarse del otro. Aquella mañana estaban sentados en silencio, no gestaban palabra alguna, de vez en cuando hacían un intercambio de miradas tímido hasta que observaron a una mujer llorando en un pueblo en la cima de una montaña, porque su hombre no podía encontrarla. Viento y agua le habían hecho el viaje imposible, pero no lograban detenerlo. 
El la había visto en su tierra natal, tan solo una vez y ambos terminaron enamorados. Ella prometió esperarlo y el prometió ir en su búsqueda cuando la mujer había partido y hasta ese día ninguno de los dos pudo olvidarse. Agua y aire estaban haciendo aquello por orden de los dioses, les dijeron que era secreto...que aquello tenía un motivo.
Tierra junto con fuego miraban, hasta que depronto en aquel pueblo lejano vieron como el hombre la había encontrado a pesar de que viento y agua habían hecho lo imposible por hacer que el hombre desistiera, pero finalmente ahí estaba, en aquel pueblo en la cima de la montaña y la mujer que lo había esperado, corrió hasta sus brazos para juntar sus labios, entonces la tierra se impactó y de manera inconsciente se llevó una mano a la boca tocando con sus dedos sus labios duros y fríos; fuego por su parte sientió una pequeña chispa que jamás había sentido dentro suyo. ¿Qué era aquello que sentían?. 

los dioses finalmente gritaron: ¡El tiempo de ustedes dos se está acabando! solo quedan algunas horas! ya saben su castigo y no hay vuelta atrás.
fuego y tierra se miraron con pavor, ninguno de los había hecho algo por aquella tarea, ninguno de los dos había hecho algo por ellos. Fuego se hechó a llorar llevándose las manos a los ojos, estaba desconsolada, no quería dejar aquel lugar, y la imagen de tierra y ella lejos la aterraba más aún. Tierra se sorprendió de la fragilidad de fuego, y sin pensarlo tocó su hombro con ternura.

Tierra: cálmate, ya haremos algo...aun queda algo de tiempo.

fuego jamás había escuchado en la voz de tierra aquella inseguridad y lleno deconfusión, aún así tenía la fuerza para decirle que todo iba a estar bien, se sintió segura. Se dió cuenta de algo: ambos estaban cerca el uno del otro, pues tierra tenía una mano puesta en su hombro izquierdo y luego tierra posó su otra mano en el hombro derecho.

tierra: ¿estás bien? 

fuego levantó su mirada y le sonrió a tierra, este ultimo estaba temblando y fuego soltó una risa.

fuego: me estás tocando...

Tierra abrió los ojos de manera explosiva y apartó rápidamente las manos de fuego...increíble, no se había quemado, ambos se quedaron mirando y justo en ese momento hablaron, nuevamente, los dioses.

¡su tiempo terminó! - dijeron los dioses - ambos serán eliminados, primero fuego, y después tú, tierra!

Ambos sientieron un hielo que jamás habían sentido, un hielo que provocaba dolor, un dolor que se reflejaba en sus miradas, miradas que se tocaban con terror, el terror de estar separados por siempre. Fuego nuevamente comenzó a llorar, tierra con pavor tocó con sus manos suavemente el rostro de ella.

tierra: ¡escúchame! hay cosas de las que no me di cuenta...me destruiste, y me costó levantarme, pero aún así pude hacer de mí algo más bello, al final me potenciaste y te doy gracias . Nuestra naturaleza no es compatible, pero sin querer logramos tocarnos y estar juntos, como ahora...si es necesario pelear con los dioses por tí yo lo voy a hacer!

No entendía de dónde salían aquellas palabras, ni tampoco entendía ese calor que sentía, ni tampoco su valentía, menos su fuerza. Para fuego aquellas palabras fueron como bálsamo, nunca antes había sentido algo así, jamás las palabras habían llegado tan a fondo como aquellas lo hicieron. Algo nuevo se había apoderado de ella, y una especie de letargo la invadió, miró a los ojos de fuego y lentamente los suyos se cerraban, sentía la respiración de tierra cada vez más cerca, sentía cada vez más próximos el frío de sus labios, hasta que estos se unieron de forma delicada, ahora ella estaba temblando en los brazos de el. Así, la dureza de la tierra y las llamas calientes de fuego estaban fusionados por un beso.
Lentamente comenzaron a tocarse, lentamente se sentían el uno y el otro, el daño y las espinas habían desaparecido...ambos parecían ser uno, se sentían...buscaban su aliento y también sus besos, se decían palabras al oído, sin querer...se decían te amo.

Así fue como surgieron los volcanes, como se dió paso a la existencia del desierto, como nacen las islas en el mar, como el corazón de tierra se transformó en uno de fuego y magma, de como el fuego es capaz también de originar vida, de como el amor, pudo unir dos almas completamente distintas logrando crear en el mundo cosas nuevas.
Pues eso es el amor, algo que nosotros somos capaces de sentir, el elemento del cual estamos hechos, la energía que podemos entregar al mundo y al otro. Aunque el amor siempre nos sea un misterio, jamás habrá alguien que lo pueda negar.

FIN

By ManU
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ejjej...mito creado por mí, o es cuento, o no se que mierda.
segun la astrología, fuego y tierra son incompatibles, o más o menos incompatibles. la cuestión es que, todo este cuento surgió por la llegada de fuego a mis días de existencia y lo que ha provocado en mí.

:P










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