He vuelto a este mundo donde las letras hacen el amor, donde se gestan en los más recónditos espacios frases con y sin sentido.
Los proyectos en esta época de mi vida van viento en popa, pero tengo miedo de esa gota de sabiduría que dice así: " El que mucho abarca, poco tiene". Pero tengo que lanzarme a la vida, caer desde el plano espacial al mar más profundo para poder aprender, para encontrarme, para insertarme en esa realidad donde los versos no riman para mí. Tendré que dejar de ser el hombre Dionisíaco para convertirme en uno Apolineo y empezar a conquistar terrenos por los flancos...pero vamos por favor, que de una guerra todo se aprende.
Es una guerra porque me cuestionaré mis pensares, me dedicaré a mirar el mapa para tratar de destruirme a mí mismo...derribarme, descubrir el caballo de Troya que de una noche de luna la convirtió en una imagen nocturna de sangre y fuego. Ahí estaré: plantado frente a mi propia sombra para vencerla en duelo.
Ha llegado la diosa Perséfone y con ella la primavera. Han renacido las flores y por tanto el amor, aquel brote más preciado quizá por la mayoría.
En ese caso no he triunfado mucho, pero tampoco estoy en una búsqueda. Más bien me he dedicado a vivir de las cosas así como el viento me las entregue y me he sentido bastante..."libre", sin preocupaciones, aprendiendo a aceptar y dejarme llevar.
Hasta el momento me debo la cuota del arte, del arte improvisado...imperceptible. Me debo aquellos dibujos mudos que pasan por mi cabeza y aquellos que tengo guardados en un block. Conocí a una persona que sí lo hace y me gustó su trabajo; un incentivo más para ponerme al día con ese lado sensible que llevo en mi sangre, que me llama a gritos, que tengo pendiente en mi corazón.
Personas he conocido bastante, he afianzado lazos, he hecho contactos. La vida social lleva una sonrisa imborrable e impagable...vamos por buen camino.
Y aquí estamos, aquí seguimos, dentro de la variedad de soledades pero parado y dispuesto a caminar hacia donde sea.
He cambiado...he mudado de piel. Hay un Manuel distinto, pero que no cambia su esencia...
Esta historia se sigue escribiendo...
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