... Toc, Toc ...







El escudero llevaba años escapando, pero siempre llegaba a atormentarlo...hacía su vida difícil, sus días melancólicos, pero siempre estaba ahí estuviera donde estuviera, corriera donde corriera, escapara donde escapara.
El joven guerrero construyó castillos y torres, creó grandes lagos, a paladas hizo grandes abismos, construyó grandes murallas, incapaces de ser cruzadas y tan fuertes como el hierro.
Un día, mientras su obra había terminado, se sentó a descansar con la seguridad de que esta vez aquella construcción no fallaría, pero en un instante de descuido una paloma blanca se pozó en su hombro. El escudero, asombrado, le dio de comer algunas migajas del pan que se estaba sirviendo, era la primera vez que un ave se pozaba en su cuerpo y sonreía, hasta pensó en hacerla su mascota. Grande fue su sorpresa cuando el ave comenzó a hablar:

Ya se que tejes murallas
abres abismos
y levantas torreones ante mí.
...pero se te olvida que soy paloma
y en un instante alzo el vuelo

y me apoyo en tus hombros.


El pedazo de pan cayó rodando por el suelo, la luz matinal comenzó a brillar con un poco más de fuerza y aquel ultimo bastión se derrumbó ante los ojos del joven guerrero...ahora era libre...



Así es el amor...



(ese como poema es de Jodorowsky...muy bueno...lo demás es cuento mío)
Bendiciones a los que pasen...

No hay comentarios: