... La danza del inmortal ...






Bailó junto a la música,
De formas cambiantes,
Desnuda ante los soles,
Frágil ante la luz.


Se deslizó por el tapiz gris,
Abarcó el espacio con sus brazos,
Acarició cada roce del aire,
Se movió por cada rincón de vida.


Bailamos?

Apretó su cuerpo contra el; deslizó sus dedos primero por los brazos hasta llegar a sus manos y los susurros llegaban golpeando a su cuello. Sus oídos latían cada vez más fuerte por aquella voz grave y potente y su cuerpo tiritaba como titila la pequeña llama de una vela...
Entonces su naríz se deslizó por sus cabellos, serpenteando cada brisa de olor hasta que finalmente sus manos llegaron a la cintura, curva... invitándolo a seguir sin preguntar. Su mano derecha bajó hasta su entrepierna, siguieron sus muslos y, el vestido, ya nada podía hacer. Lentamente acaricio su cadera hasta llegar a la entrepierna; tibia, húmeda, palpitante...
Un gemido casi mudo entonces salió volando de sus labios, de las entrañas del calor que aquella noche no podía robarles. Con la otra mano decidió subir por el cuello, su piel era suave, y sus manos ahora encaprichadas llegaban de manera parsimoniosa a sus labios...
El salón desapareció, la gente quedó extinguida en aquel segundo, el calor y el deseo se apoderaban cada vez más
de sus cuerpos y el aliento de ambos se unía para transformarse en un idioma nuevo.

Escribió la ultima línea del poema en su libreta, y la guardó en su chaqueta.


Una sonrisa fue la respuesta...eso bastó para partir hacia su lugar.

Bailamos? - dijo ella.



Entonces el bohemio con una sonrisa cómplice tomó su ultimo sorbo de whisky, y de la mano desaparecieron entre la multitud férrea y extasiada.

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