... ¿Por qué? :( ...



Es una de esas tardes melancólicas...hoy no quería estar solo.
Este día Domingo me encontré haciendo mi recorrido de siempre, y las ganas de tener a alguien a lado volvieron. Me sentí triste, vacío.
Llamé a algunos amigos para ver si podía encontrar compañía, pero todos estaban en su mundo.

Hoy me siento en una coraza de acero, que no se puede abrir, me siento el robot de hojalata porque no puedo amar...siento que jamás aprenderé a hacerlo, estoy como amputado.

Encontré a tres "mendigos" (entre comillas porque ellos son seres humanos): El primero era un viejito afuera del parque arauco, en silla de ruedas que vende unas pocas cosas. Me miró directo a los ojos, iba a sacar una moneda, pero como estaba en la mochila no quise hacerlo y solo me limité a sonreirle y tratar de justificar mi comportamiento. El segundo era un viejito barbón, con 2 bolsas que miraba con calma como pasaban los autos, quizá pensando quién sabe qué mundo...yo me imaginé que era un maestro escondido, un aguía espiritual. El 3ero parecía ser muy inteligente, y me dijo:
Ahí va el ingeniero!
- No no soy ingeniero.
Ah no? y que estudia?
- Psicología.
Dónde?
- En la Andrés Bello.
Trabaja?
- Si.
Y de qué?
- De garzón en un restaurant de Sushi
Y dónde?
- En el parque Arauco.
Me puede ayudar? me quiero comprar almuerzo, me cobran 2 lucas

Le pasé $500, puso una cara seria y me dijo "gracias hijo". Pero no se la pasé porque quise, solo lo hice porque al primer viejito no quise darle moneda o comprarle algo y era una manera de acallar mi culpa.
En el metro se subió una mujer ebria y me impacto, la pobre se sentó en el metro casi inconciente y se fue durmiendo todo el camino. A mi me dio sueño y sentía pena por ella, pensaba que cosas le hubieran pasado para estar de ese modo y si en su casa la esperaban sus hijos.
Estaba leyendo un libro y me dormi por unos minutos pero me desperté son su tos y se fue hacia un lado, guardé el libro en la mochila y me paré derrepente para tratar de ayudarla, pero me quedé en el acto. No quise acercarme porque me daba verguenza, o por lo menos una sensación parecida y yo la dejé ahí, tirada.
Con mi mirada buscaba algun guardia que me pudiera ayudar por lo menos a sacarla y una señora lo hizo, avisándole al chofer porque a esa hora no habían.
Llegué a la estacion de mi casa y me fui, pase por el lado de ella, con el corazón frío, con una sensación amarga de no poder ayudar a nadie.

Y así estoy ahora, y miro las fotos de ella y siento que jamás la podré amar, a nadie. Que lo mejor es estar lejos porque no puedo lidiar conmigo, pero que quizá haya un camino...

Y quizá sea este, el ayudar a otras personas para aprender a amar y para que mi corazón rompa el hielo que hace siglos me condena y para que mi razocinio no se vuelva nunca más mi enemigo...
Puede ser que sea así que aprenda a amar sin esperar algo a cambio.

Por favor Padre, quiero aprender a amar...

1 comentario:

Stephanie dijo...

wow... No te conozco , pero si que me dejaste pa dentgro con tu dia extraño.. x)... ke kosas d la vida... y entiendo lo de tanto razonar.. en mi kaso es más pensar, pero también me mantiene eso media abstraída del resto. Saludos, cuidate :) Stephy