Sobre el karma



Somos responsables de nuestras propias decisiones. Si tuviéramos más conciencia de cada paso que damos y el cómo lo damos, podríamos darnos cuenta de lo importante y las repercusiones que podemos generar no sólo con nosotros mismos, sino también con las personas que siempre gravitan a nuestro alrededor.

La mayoría de los eventos que nos ocurren, cuando ya tenemos la voluntad suficiente para deci SI o NO, son culpa nuestra...y la palabra culpa suena a algo negativo, a algo desdichado...pero no posee nada más que un fragmento de la realidad, de esta realidad de tomar una decisión y morir y vivir con ello.

Así podemos curar o herir al mundo, a personas sin darnos cuenta.

En estos momentos de mi vida me he dado cuenta de que sí valgo. Me he percatado de que mi labor a realizar en un año más va a ser importante, porque de alguna forma ayudando a una persona a mejorarse se cambia el mundo, su mundo.
El agradecimiento, el amor...todo eso que se conjuga en una relación de ese tipo.

Remembranzas



Ojalá pudiera revivir aquella noche,
Esa noche cuando fui un tonto,
Que dejé mi demonio de lado para darle paso al ángel,
Esa noche tan fatídica que impregnó mis recuerdos con cada caricia,
Cada beso,
Cada sorbo de tu aliento.

Me encantaría pintar en un lienzo aquel momento fugaz,
Pintar en un rincón el nudo de tus manos con las mías,
Crear con cada paso del pincel tu rostro dormido,
Delinear con el tono más suave y dulce la forma de tus labios.

Ojalá que el tiempo aquella noche no hubiera avanzado,
Esa noche cuando fui tierno,
Debimos habernos convertido en esculturas,
Y quedarnos así para las generaciones futuras.

Con mi cincel y mi martillo eculpiría cada curva de tu cuerpo,
Trabajaría en la suavidad de tu piel,
Haría cada hebra de tu cabello,
Elaboraría cada parabola, positiva y negativa, de esa sonrisa eterna.

Ojalá que aquella madrugada no hubiera llegado más allá del alba,
Ojalá nos hubieramos revolcado en las sábanas y habernos hecho el amor,
Que exquisito hubiera sido beber de tu ambrosía,
Ojalá que aquella noche el diablo hubiera ganado,
Y el angel se hubiera acostado.

Me gustaría volcar en palabras poetas o quizás narrativas aquel evento nocturno,
Escribirte de forma anónima para hacerte mi cómplice,
Ojalá pudiera crearte con cada arte de este mundo, para tenerte a mi lado,
Como quisiera que el arte pudiera enamorarte de mí...
Como quisiera que el arte pudiera pintarte lo que yo comencé a sentir por tí.

Manuel.


Hace tiempo no escribía un poema.

Es difícil entender cuando alguien no te corresponde con lo que sientes, pero el mundo y la vida es así, es lo real. Es bastante difícil dejar libre a la persona y seguir volando para otro lado totalmente opuesto, y las ganas me comen de volver a dirigirle la palabra, pero quizás es más sano aguantarmelas.

En fin...


Franco, transparente, sincero, verdadero



Tengo que escribir esta noche, antes que la batería del computador se muera.

Todo está bien cuando los lazos son superficiales, pero siempre caigo en la misma cuenta: la inseguridad.

Es una especie de jaula de la que no me puedo liberar, me es imposible. Ni con toda la luz del mundo, ni con toda la espiritualidad del universo, simplemente no puedo.
Los pensamientos me agarran el pelo y me tironean de un lado a otro, y lucho siempre contra mí y contra mi corazón...y finalmente, entre pelea y pelea todo termina cuando esa persona especial se va.
Y siempre vuelvo a perder, una y otra vez.

La angustia me come, las noches de vigilia me matan, el arrepentimiento no me deja seguir adelante...


He aquí mi síntoma.


Y siento que nuevamente volví a perder...

Y quiero que todo acabe, que todo acabe finalmente.

Trato de disfrutar



La palabra melancolía desencadena un tipo de sujeto distinto al cotidiano. Esa palabra, esa emoción, es un punto de encuentro con mi mar interior, una puerta que abre el destello hacia un ocaso infinito, una puesta de sol cálida, de viento frío, con la arena besando sus pies. Otras veces se convierte en desierto enigmático fusionado con el espacio, ambos son uno solo. Es entonces cuando puedo tocar las estrellas sin el mayor esfuerzo y dilucidar galaxias distantes y pujantes ante la vista de los ojos curiosos.
Hacía mucho tiempo q
ue no me sentía así de vulnerable, obeso de tonteras y pensamientos confusos, rayando las nubes para dibujar uno que otro paisaje...

y trato de disfrutar...

Visito ambos mundos muy a menudo, me pongo en contacto con esos paisajes eternos y me vuelvo un completo Ermitaño. Un ermitaño interior que sabe que algún día tendrá que salir a recorrer el vasto planeta en que se encuentra.

odio ser tan bueno y blanco, odio pertenecer a este planeta, odio creer en cosas maravillosas, en el universo y su familia de galaxias, odio por todo motivo ser preso de las palabras de las personas, odio saber encontrar la belleza donde no la hay, odio inspirarme con la naturaleza, odio tener valores, moral y ética, odio creer en el ser humano, odio que me guste el sexo y crea en el amor, odio poder levantarme una y otra vez, odio ser tan duro de pellejo, odio la sensibilidad que me acrecienta el alma.

¿por qué no fui alguien normal?, ¿por qué me ha tocado ser alguien así?, ¿para qué me necesita este mundo de mierda y los seres humanos?

Me siento una espece de santo entre tanta muchedumbre...y si fuera así ya me gustaría estar en el cielo, porque cuesta sufrir y volver a levantarse siempre. Cuesta tropezar con la misma piedra y cuando crees que avanzas te percatas que retrocediste.


En fin...

La inspiración ha llegado a su tope,
La melancolía ya pasó.