Trato de disfrutar



La palabra melancolía desencadena un tipo de sujeto distinto al cotidiano. Esa palabra, esa emoción, es un punto de encuentro con mi mar interior, una puerta que abre el destello hacia un ocaso infinito, una puesta de sol cálida, de viento frío, con la arena besando sus pies. Otras veces se convierte en desierto enigmático fusionado con el espacio, ambos son uno solo. Es entonces cuando puedo tocar las estrellas sin el mayor esfuerzo y dilucidar galaxias distantes y pujantes ante la vista de los ojos curiosos.
Hacía mucho tiempo q
ue no me sentía así de vulnerable, obeso de tonteras y pensamientos confusos, rayando las nubes para dibujar uno que otro paisaje...

y trato de disfrutar...

Visito ambos mundos muy a menudo, me pongo en contacto con esos paisajes eternos y me vuelvo un completo Ermitaño. Un ermitaño interior que sabe que algún día tendrá que salir a recorrer el vasto planeta en que se encuentra.

odio ser tan bueno y blanco, odio pertenecer a este planeta, odio creer en cosas maravillosas, en el universo y su familia de galaxias, odio por todo motivo ser preso de las palabras de las personas, odio saber encontrar la belleza donde no la hay, odio inspirarme con la naturaleza, odio tener valores, moral y ética, odio creer en el ser humano, odio que me guste el sexo y crea en el amor, odio poder levantarme una y otra vez, odio ser tan duro de pellejo, odio la sensibilidad que me acrecienta el alma.

¿por qué no fui alguien normal?, ¿por qué me ha tocado ser alguien así?, ¿para qué me necesita este mundo de mierda y los seres humanos?

Me siento una espece de santo entre tanta muchedumbre...y si fuera así ya me gustaría estar en el cielo, porque cuesta sufrir y volver a levantarse siempre. Cuesta tropezar con la misma piedra y cuando crees que avanzas te percatas que retrocediste.


En fin...

La inspiración ha llegado a su tope,
La melancolía ya pasó.

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