Esta vez sin temor: Diario de muerte y algunos consejos.



Cuando se entra a la muerte, se debe hacerlo sin temor y determinación. Una decisión así no debe tener vuelta atrás, debe ser cruda, recalcitrante, visceral, dolorosa y lo suficientemente tóxica como para no ver la luz. El corazón se arruga, se encoje y deja de existir. El alma comienza pudrirse, a desesperarse...el hedor de la muerte comienza a adueñarse de ella y comienza a oscurecerse.

No aloje esperanzas de que todo pasará rápido, pues debe vivir este proceso en cada milésima de segundo, saborearlo, degustarlo, revolcarse en el piso y amar la frialdad y la dureza que esto conlleva. Debe alimentarse de su dolor y su llanto para poder sobrevivir, como el pan y el agua.

Olvídese de Cristo, o cualquiera sea su Dios o deidades; Esto es algo que debe hacer completamente solo y desamparado, en desnudez completa y sincera, mientras el frío le congela cada célula de su cuerpo. No piense que ellos no participan de magnífica fiesta porque no lo aman, sino que es una decisión que tiene que realizar como guerrero: solo, así que mójese el potito.

Una vez abajo, se encontrará con demonios y toda clase de monstruos. tendrá que saber como usar su arma para poder derrotarlos, si se le olvidó, aprenda nuevamente, es el mejor momento. Recuerde que el ser humano en situaciones extremas realiza milagros, sobre todo cuando establece una relación de amistad con la muerte.
A veces será derrotado y otras veces saldrá victorioso. Cuando finalmente las batallas ganadas superen sus derrotas, llegará el jefe para romper su cabeza y comer su alma si es necesario. En este caso o se deja vencer por el miedo y se permite ser devorado o toma su arma como lo ha hecho hasta ahora y se lanza en ataque enarbolando su alma en la oscuridad. Pero recuerde: el miedo siempre existe dentro de nosotros, eso no acaba.

EN CASO DE SER DERROTADO: Jamás tuvo algo que perder en ese montón de mierda. Después de todo, ya estaba muerto y lo único que tendría que haber hecho, es luchar, pues jamás iba a perder algo. Reelabore su situación, replanteese, estudie cada movimiento. Tendrá que empezar todo de nuevo y probablemente los demonios (incluyendo el jefe) sean mucho más fuertes. Pero no lo olvide: usted también.

EN CASO DE SALIR VICTORIOSO: Siéntase plenamente orgulloso y láncese al vacío. Si, como leyó: láncese al vacío. Deshágase de todo lo que llevaba y había aprendido y prepárese a morir definitivamente. Lo demás es spoiler.


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