Piedra angular



"Irremediablemente todo converge en ti".

Ésa fue la cita que pudo escribir en la pequeña libreta. Tenía todo lo necesario para él: un buen café de grano, un pastel a la mitad, la libreta, el lápiz y la maldita inspiración, tan esquiva y mezquina. Se llevó la mano a la frente para apoyarse, mientras su pluma descansaba en la otra mano. Un gusto amargo recorrió su boca al igual que el sueño...esa noche no había dormido.
Pidió la cuenta y tan lento como llegó, así de lento se fue.


Confidentes



La melancolía, es posible definirla como aquella gota que atrapa nuestra mirada, al escurrir por la ventana. En ella hay un universo paralelo que se vuelve un espejo de nuestro interior. Es como una especie de mar escondido en una pelotita secreta, sólo para nosotros.
Toma la posición de confidente mostrándose atenta a nuestros suspiros, a nuestros pensamientos, a ese amor que se nos escapa por los poros y que poco a poco toma forma de planeta, creado quizás, en menos de siete segundos y en el que toda la belleza condensada allí se transforma en finitud sabiendo que existe el infinito. Se funden en una especie de estado gris con multicolores que a veces nos llega a reconfortar o que hace que de nuestras propias ventanas, también caigan gotas, como queriendo unirse con aquella viajera que recorre nuestra ventana.